El martes 25 se llevó a cabo en la sede del bosque de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP la mesa debate sobre “El papel de los medios y el Estado en la administración del miedo y criminalización de la juventud”. Disertaron en el encuentro la Lic. Silvia Delfino, el Lic. Juan Péchin, la Lic. Silvia Elizalde, la Mamá del Frente Vital Sabina Sotelo y el Juez Luis Arias.
La apertura de la charla la realizó la Secretaria de Extensión de la casa de altos estudios Andrea Varela con unas palabras de la Dra. Rossana Reguillo refiriéndose a los modos en que los medios de comunicación construyen las imágenes, los lugares y las personas potencialmente peligrosas. “Se aprende a tener miedo”, fue una de las frases con mayor fuerza de la apertura, con las palabras de Reguillo, el miedo como una de las formas de respuesta ante el peligro, siendo este último una noción construida socialmente y que genera modos de respuesta “relativamente estandarizados”.

Seguidamente, Delfino inició el debate diciendo que son los medios de comunicación, o mejor dicho, los modos en que los mismos construyen las pautas de comprensión de las crisis del neoliberalismo en Argentina (desempleo, marginalidad) los que nos arrojan una construcción que ubica a ciertos jóvenes en una triple peligrosidad: joven pobre, marginal, violento. Dice Delfino que éstas son las formas de visibilización juvenil que sostienen la constitución del miedo, pero que carecen de correlatos reales. Es también, sobre esta mirada de la triple peligrosidad que los jóvenes en situación de calle se hallan estigmatizados, al carecer de pertenencias institucionales (escuela, club, familia, etc.)
En la misma línea, Elizalde ubicó en el centro de la discusión la cuestión de la edad, al referirse a la propuesta de bajar la edad de la imputabilidad de menores. De esta manera, manifestó que la edad parecería ser el centro del problema y el principio de solución. La juventud, dijo Elizalde, es una metáfora de transformación social, y de este modo, se encuentra siempre “en el ojo de la tormenta”. La contra cara a la noción de peligrosidad que construyen los medios al referirse a los jóvenes, es la vulnerabilidad a la que éstos se hallan sujetos, de forma que recae sobre ellos el estigma de sujetos de desvíos. Para la Licenciada, debemos desnaturalizar las condiciones que producen la desigualdad, proponiendo respuestas críticas.
Juan Pèchin apuntó que hay que discutir las condiciones en las que los medios producen la imagen de los menores, sobre si son o no delincuentes o criminales y si merecen ser penalizados como adultos. Además, señaló que siempre que sucede algún hecho de violencia en las escuelas se analiza lo “anormal” del menor y no se cuestiona las normativas de las instituciones.

Por su parte, Sabina Sotelo expuso su experiencia a cargo de la ONG Frente Vital e indicó que los jóvenes necesitan educación, más escuelas en lugar de tantos institutos. En este sentido, responsabilizó al Estado por la situación de nuestros jóvenes y remarcó que todos somos el Estado. Sotelo agregó que más allá de las amenazas recibidas va a continuar con la lucha emprendida, y dejó claro: “no conseguimos subsidio porque no pertenecemos a una línea partidaria.”
Por último tuvo la palabra el Juez platense Luis Arias quien indicó que hay ciertos sectores de la sociedad que aún creen que los menores deben estar encerrados en algún lado porque “el chico en la calle molesta, es peligroso”. A su vez expresó su desacuerdo con la baja de la edad de la imputabilidad y dijo: “No debemos caer en cierta ingenuidad de pensar que esto es simplemente una circunstancia natural, hay todo un contexto de intereses que conllevan a que se enarbole este discurso de la mano dura para lograr otros objetivos, el de ganar mayor poder en otros espacios.”
La charla debate contó también con la palabra, a través de una nota titulada “La otra muerte”, del periodista Cristian Alarcón que por cuestiones laborales no pudo hacerse presente. En la misma expresó que la propuesta de bajar la edad de imputabilidad de menores no es otra cosa más que una distracción ante la falta de políticas públicas destinadas a la juventud.
Como cierre de la convocatoria los presentes realizaron preguntas a los disertantes y dieron sus puntos de vista en cuanto a la problemática debatida.
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